El
prejuicio discriminatorio late en el interior de prácticamente todas las
personas y para superarlo hay que empezar por reconocerlo.
Hay momentos que nos cuesta aceptar que somos
racistas, de una u otra manera y esto se debe a que somos humanos y tenemos
sentimientos, nos gusta más alguien que otra persona. Si eres blanco, estás
acostumbrado a vivir con más blancos, y si eres negro al igual, estás
acostumbrado a vivir con los tuyos.
Si viene
alguien del "extranjero", pero tú ya estás bien con los tuyos,
sientes una sensación de "no quiero nadie diferente ya estoy bien
así", de aquí se saca "este es diferente, yo soy mejor". Y de
aquí sale el racismo.
Pero también, ahora ya, es un poco cultural, el racismo llega a todas partes incluyendo nuestro país El Salvador y si tú desde pequeño en el colegio o en casa te dicen comentarios de que los de otro color son distintos no es la mejor forma de educar a los más pequeños.
En los países blancos, los negros hacen el trabajo más duro y los niños piensan que es porque son negros. Se piensa "son diferentes, hacen trabajos peores, no son como yo y son peores". Si desde pequeños no nos enseñaran, involuntariamente, estas cosas, quizá un día se acabaría.
La expresión "yo no soy racista, pero " es el primer indicativo de que probablemente nos encontremos ante una persona racista. Sin embargo, esto no tiene nada de excepcional, ya que "en el fondo todos en determinados momentos podemos tener actitudes y conductas racistas".
El primer paso para superar los prejuicios raciales y romper esta barrera "social y cultural" pero no científica es admitir nuestra debilidad.
Los
prejuicios se reducirían si se conoce más al otro. Pero no es suficiente vivir
en el mismo espacio. A veces vivimos juntos y no nos conocemos y, al estar más
cerca, es más probable que surjan conflictos y que aumente el racismo. En una
situación idílica no sería así, pero no se da esta situación ideal.
Conocer a alguien de otra cultura, que tiene maneras distintas de actuar, es un esfuerzo que a veces no queremos hacer.
Desde mi punto de vista, el racismo surge de la distinción entre nosotros y los demás es decir de una jerarquía entre inferior y superior. El racismo puede definirse, de una manera más general, como una actitud negativa hacia un colectivo y como la ideología de la superioridad de una raza. Entre un extremo y otro hay muchos pasos intermedios, pero el inicio es el prejuicio, la actitud negativa hacia el otro por pertenecer a un determinado grupo.
África es la cuna de la
humanidad porque allí los arqueólogos han encontrado los vestigios más antiguos
de los hombres, que llamamos Homínidos el grupo de primates que incluye al ser
humano actual y a sus antepasados fósiles. Estos son los supervivientes de un
cambio medioambiental, caracterizado por la disminución de los bosques y de los
recursos alimenticios de origen vegetal.
Es bastante incoherente que
en nuestro país, se dé el racismo a personas de color, en este caso las
personas negras, ya que según los científicos y las investigaciones hechas y
comprobadas que se encuentran, nos dicen que la cuna de la humanidad está en
África y somos nosotros los primeros ser racistas y discriminadores.
Somos racistas también por
que desconocemos nuestro verdadero origen, lamentablemente no nos informamos de
la mejor y es por ello que caemos en esa práctica. Sería diferente si todos en
general supiéramos nuestro verdadero origen y como el hombre fue evolucionando
con el paso del tiempo.
Las razas no existen, pero la raza explica muchas
cosas". Es decir, científicamente no existen pero siguen presentes para la
mayoría de la gente. Son categorías construidas cultural o socialmente. El pensar que por el hecho de ser blanco, negro o
amarillo tienes unas características determinadas. Y eso es un error, pero la
categoría de racismo es muy difícil de concretar: se puede hablar del racismo
como actitud, como ideología o como conducta.
La idea de preguntar si somos racistas es una
excusa para empezar a hablar del tema. Seguramente, la mayoría, en determinadas
situaciones todos hemos tenido alguna vez conductas de tipo racista o
fundamentadas en el prejuicio. De hecho, la expresión "yo no soy racista"
pero, es una mala señal. Es bastante probable que sea lo contrario.
El racismo es algo que aprendemos, no es innato. Lo
que da pie al racismo, la desconfianza ante el desconocido, el categorizar a
los demás, quizás sí podría sí ser bastante general y forma parte de nuestro
funcionamiento. Pero cuando se habla de una ideología se trata claramente de un
aprendizaje social.
Con este artículo afirmo que la raza humana proviene de África y que antes éramos todos negros. Y es triste que hoy se dé el racismo. Pero ustedes se preguntaran ¿Hasta qué punto es cierto esto? La comunidad científica está de acuerdo al 100% entonces ¿Podemos decir que si la raza humana partió de ese continente hace millones de años es que ciertamente éramos como los negros que hoy habitan allí? Probablemente que sí. Por eso de no debemos de ser racistas por nosotros venimos de África y la cuna de la humanidad surge allí.
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