Las culturas y civilizaciones surgieron a raíz de
la necesidad que el hombre presentaba, tanto en lo cotidiano como en lo
intelectual. En la prehistoria el hombre buscaba la supervivencia, creando
armas y utensilios; o trasladándose de sitio en busca de otros beneficios. A su
vez tenían un profundo sentido de lo sagrado. En la edad antigua el hombre no
sólo depende de las condiciones climáticas para poder cultivar. En la edad
media el hombre comenzó a darle importancia al razonamiento cuestionando las
teorías previamente impuestas. Con respecto a la edad moderna, se produce el
nacimiento del espíritu donde el hombre busca ser libre. Tiene la idea del
progreso, el estudio se torna atractivo y placentero. En la edad contemporánea
se sufrieron muchas revoluciones y cambios repentinos.
La prehistoria es la época en la que sabemos que
hubo hombres en la tierra por los restos que nos dejaron. No tenemos constancia
escrita del paso de estas gentes. Todo lo que sabemos de ellos lo hemos
deducido por los restos encontrados.
El hombre habita la
Tierra desde hace muchos miles de años. Sabemos que la presencia humana
en la Península Ibérica se remonta a unos
800.000 años, tras el descubrimiento de uno de los primeros antepasados de los
seres humanos en el yacimiento de Atapuerca
en Burgos. El hombre que vivió allí se le ha
bautizado como Homo Antecesor.
Los estudiosos
del tema han dividido el estudio de la vida de los seres humanos en dos grandes
períodos, la prehistoria y la historia, las que se dividen al momento de
aparecer la escritura, lo que ocurrió aproximadamente en el año 4.000 antes de
Cristo.
Pero podemos definir la Prehistoria como el periodo de tiempo previo a
la Historia, transcurrido desde el inicio de la evolución humana hasta la
aparición de los primeros testimonios escritos.
La importancia de la escritura como
frontera entre la Prehistoria y la Historia, está en que
sólo a través de los testimonios escritos, podemos conocer con certeza
acontecimientos, hechos y creencias de aquellas personas que vivieron antes que
nosotros.
Al no existir el testimonio escrito, la arqueología
se convierte en el único medio para reconstruir
los sucesos de la prehistoria, a través del estudio de los restos materiales
dejados por los pueblos del pasado: sus zonas de residencia, sus utensilios,
así como sus grandes monumentos y sus obras de arte.
Para empezar este artículo, la Prehistoria se divide en tres periodos que se corresponden con la propia evolución de la humanidad.
Para empezar este artículo, la Prehistoria se divide en tres periodos que se corresponden con la propia evolución de la humanidad.
El más antiguo de estos tres periodos
es el Paleolítico, cuyo
comienzo se remonta a hace unos 2.500.000 años. En esta etapa el ser humano
utilizaba herramientas elaboradas a base de piedra tallada, hueso y palos. Durante esta época el hombre fue cazador,
pescador y recolector, por lo que llevaba una vida inestable y solía colocar sus campamentos en las orillas de los ríos
donde se aseguraba el agua y la comida por un tiempo. En esta época se comenzó
a utilizar el fuego, haciendo cuentas hace más de 1.500.000 años
aproximadamente y se tenían creencias religiosas de carácter mágico y se
realizaban ceremonias funerarias.
Con descubrimiento de la agricultura,
es decir Revolución Agrícola marco
el inicio del Neolítico. El comienzo de esta
etapa de la evolución humana es difícil de concretar ya que cada grupo humano
se dice que descubrió la agricultura en un momento distinto incluso se piensa
que hoy quedan en América y Oceanía, grupos humanos que siguen viviendo en el
Paleolítico y desconocen la agricultura.
Como fecha aproximada podemos colocar
el inicio de esta época hace unos 5.000 años. Durante el Neolítico, el ser
humano descubrió la ganadería y la agricultura pero hay que destacar que siguiera
práctico la caza y la recolección, lo cual le permitió convertirse en sedentario y construir los primeros poblados,
así como tener más "tiempo libre" que poder dedicar a otras tareas
distintas de la constante búsqueda de comida. El hombre en esta época utilizaba
herramientas más perfectas realizadas con huesos y piedras pulidas y de esta forma comenzó a desarrollar el tejido y la
cerámica.
El último periodo de la Prehistoria es
la llamada, genéricamente, Edad de los Metales, ya que en él, los seres humanos
descubrirán y utilizarán los metales. A su vez este periodo se divide en tres
etapas que reciben el nombre de los metales que el hombre fue utilizando
progresivamente. La más antigua es la Edad del Cobre, primer metal trabajado, posteriormente
vino la Edad del Bronce y por
último la Edad del Hierro. Al igual que en el Neolítico, los metales no fueron descubiertos
a la vez por todos los pueblos, por eso aquellos pueblos que utilizaron el
cobre se impusieron a los que sólo utilizaban la piedra, aquellos fueron
sometidos por los que usaron el bronce y por último el hierro se mostró durante
mucho tiempo como el metal más fuerte.
En esta etapa se desarrollan las
primeras civilizaciones que acabarían por inventar la escritura, entrando en la
Historia. Como es de suponer, gracias a los metales fue posible la
fabricación de cuchillos, espadas, vasijas y todo tipo de herramientas que
facilitaron la vida del ser humano en muchísimos aspectos.
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