Durante
más de 4.000 años, grandes imperios por todo el mundo han surgido y
desaparecido. Solamente uno ha sobrevivido al tiempo: China.
Siglo tras siglo,
los regios emperadores movilizaron enormes ejércitos de campesinos para llevar
a cabo inmensas obras de ingeniería sin parangón en la historia de la
humanidad. Entre las revolucionarias innovaciones del antiguo Imperio Chino se
encuentran el canal más largo del mundo; el más complejo y eficaz sistema de
regadío; así como una flota más poderosa que todas las flotas europeas juntas.
Sin embargo, nada puede compararse con la colosal muralla que recorre más de
seis mil kilómetros y representa el proyecto de construcción más ambicioso
jamás llevado a cabo por el hombre. Pero tal esplendor también supuso un
infierno de muerte y, una dinastía tras otra, consumidas por la vanidad y la
avaricia, fueron despojadas del poder por el propio pueblo sobre el que
gobernaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario