Para realizar este artículo
tuve que investigar sobre el significado de Persépolis, y de esa forma poder
dar una buena información.
En la provincia de Fars, a
unos 65 kilómetros al norte de la ciudad de Shiraz, en Irán, encontramos
Persépolis, la que fue capital del Imperio Persa.
En 1979 La UNESCO declaró
Patrimonio de la Humanidad, las ruinas de la ciudad Persa.
Persépolis es un nombre
griego, que en su traducción literal su significado, no es otro que, La Ciudad
de Persia.
Persépolis era una ciudad
palaciega de la dinastía Aqueménida, por tanto su construcción, data del año
518 antes de Cristo. Darío I fue el que la mandó construir y en el año 331
también antes de Cristo, la ciudad quedó arrasada por el ejército de Alejandro
Magno, quien la devastó, destruyó e incendio.
La primera capital del
Imperio persa aqueménida fue Pasargada, pero hacia 512 a. C. el rey Darío I el
Grande emprendió la construcción de este masivo complejo palaciego, ampliado
posteriormente por su hijo Jerjes I y su nieto Artajerjes I. Mientras las
capitales administrativas de los reyes aqueménidas fueron Susa, Ecbatana y
Babilonia, la ciudadela de Persépolis mantuvo la función de capital ceremonial,
donde se celebraban las fiestas de Año Nuevo.
En 330 a. C., Alejandro
Magno, en su campaña de Oriente, ocupó y despojó Persépolis, incendiando el
Palacio de Jerjes, para simbolizar quizá el fin de la guerra panhelénica de
revancha contra los persas.
En 316 a. C., Persépolis era
todavía la capital de Persis, una provincia del nuevo Imperio Macedónico. La
ciudad decayó gradualmente durante el periodo seléucida y las épocas
posteriores. En el siglo III, la cercana ciudad de Istakhr se convirtió en
centro del Imperio sasánida.
Tras haber continuado la
obra de Ciro II en Pasargada y paralelamente a los importantes trabajos de
construcción emprendidos en Susa, Darío I decidió establecer una nueva capital;
esta decisión es generalmente interpretada como una voluntad de distinguirse de
la rama principal de los aqueménidas, a la que Pasargada estaba fuertemente ligada.
Protegida por su ubicación
en el corazón del Imperio aqueménida, Persépolis no contaba con defensas
sólidas. La información acerca de la conquista y destrucción de Persépolis por
Alejandro Magno procede principalmente de los textos de historiadores antiguos.
Ciertos elementos arqueológicos corroboran sus juicios, pero su versión de la
destrucción de la ciudad es discutida. La destrucción de la ciudad
persa de Persépolis fue un hecho controversial en la vida de Alejandro Magno.
Considerando la calidad de ciudad abierta al ejército macedónico (que se
aproximaba desde Susa), no existían motivos reales para un acto de barbarie que
hasta el momento excedía el comportamiento de la fuerza expedicionaria helena.
Los motivos y los personajes involucrados quedaron envueltos en una
controversia que algunos cronistas narraron y otros intentaron deliberadamente
ocultar.
La destrucción de la capital
ceremonial del Imperio Persa privó a la humanidad de elementos importantísimos
para reconstruir la antigua y gloriosa civilización persa. La pérdida en
riqueza cultural nunca ha sido saldada.
La caída de Persépolis fue
seguida de la matanza de sus habitantes y del saqueo de sus riquezas. De este
modo, Alejandro podría hacerse rápidamente con las riquezas de la ciudad. Los
textos, sin embargo, no mencionan su respuesta.
Tras haber tomado la ciudad
en 331 a. C., Alejandro dejó una parte de su ejército y continuó su marcha. No
regresó a Persépolis hasta algún tiempo después. Al final de un día de
borrachera en honor de la victoria, Persépolis fue incendiada por orden del
conquistador en mayo de 330 a. C.13 Las razones que motivaron esta destrucción
son controvertidas.
Alejandro borracho de vino
habría lanzado la primera antorcha sobre el palacio de Jerjes a provocación de
Tais, más tarde la esposa de Ptolomeo, quien lanzó la segunda. Tais habría
exhortado a Alejandro y sus compañeros de armas a vengar así el saqueo de
Atenas por Jerjes I. Esta hipótesis podría ser corroborada por la intensidad de
las destrucciones del Tripylon y del Hadish, que muestra que estos edificios
construidos por Jerjes sufrieron en el incendio más que otros.
En realidad, los
historiadores suelen sostener hoy en día que la razón de la destrucción de
Persépolis fue aparentemente de orden político, reflejándose una decisión
meditada por parte de Alejandro.
Los escritos antiguos
mencionan el arrepentimiento expresado más tarde por un Alejandro apenado por
su comportamiento. Yo creo que con este arrepentimiento Alejandro reconocía su
fracaso político.
La destrucción de Persépolis
marca el fin del símbolo del poder aqueménida. El primer Imperio persa
desapareció completamente con la muerte de Darío III, último emperador de su
dinastía. El talento político de Alejandro se observa claramente en la creación
de la alianza de pueblos griegos, quienes susceptibles al oro persa, continuamente
guerreaban entre ellas con el consabido efecto de desgaste que provocaba en sus
fuerzas.
A lo largo de la historia
surgen varios mitos alrededor de la venganza de Alejandro Magno. El principal mito fue el carácter
punitivo de la expedición griega; Se pretendía efectuar una venganza por la
invasión y usurpación de las tierras y templos griegos. En especial el incendio
y destrucción de Atenas acaecido durante las Guerras Médicas al mando de Mardonio
bajo el reinado de Jerjes.
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