Un dibujo del libro de los muertos egipcios
Se
conoce como "Libro de los Muertos" a una colección de sortilegios que
se incluían en las tumbas del Reino Nuevo, y pretendían ayudar al difunto en su
difícil camino al Más Allá y en el juicio de Osiris. Su título original podría
traducirse como "La salida al día". La muerte no era más que un
renacimiento, al igual que el sol sale cada día, así el difunto accedía a un
nuevo renacer. Según lo plateado en el documental.
El
Libro de los Muertos evolucionó de los “Textos de las Pirámides” del Imperio
Antiguo los textos funerarios más antiguos del mundo. Estos hechizos y rituales
eran inscriptos únicamente en los muros de las tumbas de los egipcios de clase
alta. Para la época de Imperio Medio, estos secretos se hicieron disponibles
para cualquiera que pudiese afrontar un ritual funerario, y eran grabados
dentro de los sarcófagos, para que las momias pudiesen “leer”. Con el tiempo,
los “Textos de los sarcófagos” se convertirían en el Libro de los Muertos,
utilizado durante el período del Imperio Nuevo.
La Biblia y el Libro Egipcio de los
Muertos.
Según
las palabras del Presbítero Humberto Portillo, Párroco de la Parroquia Santa
Catarina de Alejandría, Usulután, el expresa que: partiendo de la base de que
la Biblia no es un texto funerario, ni una colección de sortilegios, como lo es
el Libro egipcio de los Muertos, ni que ambos textos presentan una misma
composición, ni derivan de una misma cultura y religión, no puede sostenerse
una relación directa del Libro de los Muertos con la Biblia. No
obstante, no puede tampoco cuestionarse que el Libro de los Muertos tuvo un
papel relevante en la cultura del antiguo Egipto, manteniendo su praxis durante
el periodo coincidente con la composición del texto bíblico.
Toda
vez que la Biblia es un texto heterogéneo donde se aprecian distintas influencias
culturales en su composición (Egipto, Mesopotamia, etc.), no puede descartarse
alguna vaga influencia del Libro de los Muertos sobre la Biblia, aunque sea a
razón de un hito característico de la cultura egipcia que marco a las
poblaciones vecinas, también politeístas y sujetas al dominio de Egipto.
Por
consiguiente, este breve artículo únicamente pretende exponer algunos pequeños
puntos que aparecen en el Libro Egipcio de los Muertos y que parecen también
recogerse vagamente en la Biblia; lo cual, como antes ya mencioné, no significa
en modo alguno que la Biblia contenga parte de esta obra egipcia o que ambas
tengan una relación en sí, directa.
Pero
desde mi punto de vista entre todos los episodios bíblicos, la entrega de la
tabla con los diez mandamientos de Dios a Moisés en lo alto del monte Sinaí y
de los episodios misteriosos que la envuelven es uno de los hechos más
importantes del cristianismo y del judaísmo. Se
trata de un decálogo con un importante contenido ético y moral que regirá el
cristianismo y el judaísmo desde esa fecha hasta nuestros tiempos.
La
tradición bíblica explica que los Diez Mandamientos fueron escritos por Dios
mismo en las tablas de piedra, como se indica en el Éxodo: "Y Dios dijo a
Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas
tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste", ya
que las primeras también fueron escritas por Dios: "Y dio a Moisés, cuando
acabó de hablar con él en el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de
piedra escritas con el dedo de Dios" (Éx 34:1). Sin embargo, todo hace
suponer que fue Moisés el que grabó el decálogo en las tablas durante su estancia
en lo alto del monte Sinaí en un periodo de cuarenta días y cuarenta noches.
Cuando
Moisés desciende del monte con las Tablas de la Ley su figura resplandecía, hecho
que hace suponer que estuvo en contacto con algún material radiactivo. Por otra
parte, las antiguas traducciones bíblicas destacaban que cuando bajó del monte
"no sabía que en su rostro había cuernos". Ahora, las nuevas
traducciones destacan: "no sabía que la piel de su rostro se había vuelto
radiante..." (Éx 34:29). Todo parece indicar que hubo un error de
traducción de san Jerónimo, y que la segunda versión es la correcta. para
muchos autores el resplandor de Moisés tiene que ver con las Tablas de la Ley,
que como ya hemos explicado se convirtieron en un auténtico peligro dentro del
Arca de la Alianza, matando a todos aquellos que intentaban tocarlas o que se
aproximaban mucho.
Cabe
destacar que las primeras tablas que Moisés bajó del monte no tenían
características peligrosas, ya que éste descendió con toda normalidad sin
ningún brillo ni fulgor. Si esta teoría de la radiactividad de las piedras es
verídica cabe preguntarse de qué lugar de la base del monte Sinaí extrajo estas
tablas de piedra. Para algunos investigadores se trataba de pizarras
radiactivas. Todo hace sospechar que la causa del resplandor de Moisés son
estas piedras, ya que fueron las mismas que se introdujeron en el Arca de la
Alianza y que tantos males produjeron.
El
contacto con ellas originó la luminosidad de Moisés y la necesidad de taparse
el rostro por posibles quemaduras. En el Éxodo se lee: "Y Aarón y todos
los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de su rostro era
resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él. Y cuando acabó Moisés de
hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro" (Éx 34:30-33).
Por
otro lado, es posible que Moisés se inspirara en textos de los círculos
literarios de la corte del faraón en la que se educó, por lo menos así lo creen
algunos investigadores.
Habrá
sido fácil para Moisés sacar los Diez Mandamientos del "Libro de los
Muertos" de los egipcios. Por ejemplo:
“Yo nunca he hurtado", vino a ser "No robarás" "Yo nunca he
asesinado", vino a ser "No matarás" "Yo nunca he dicho falsedades", vino
a ser "No levantarás falsos testimonios" Y así sucesivamente.